Durante 2020 y hasta mayo de este año, 1.710 maestros de 23 departamentos del país se formaron en educación socioemocional a través de la 'Ruta de Aprendizaje Socioemocional' de la Fundación United Way Colombia, con el apoyo de los programas de inversión social de la Fundación FEMSA.
“Ahora, más que nunca, es prioritario promover interacciones de calidad entre los niños y niñas y los adultos que los rodean, creando las experiencias que su cerebro necesita y que formarán las bases de su desarrollo, esto nos invita a involucrar de forma activa a padres, madres, educadores y cuidadores en el proceso formativo”, indicó Eva Fernández, gerente de Inversión Social en Primera Infancia de Fundación FEMSA. .
Agregó que es así como, de la mano de United Way Latinoamérica, surgió la iniciativa ‘#PotencialParaTransformar’, que está transformando las dinámicas educativas en Brasil, Chile y Colombia.
Con una inversión de $320.871.250, la ‘Ruta de Aprendizaje Socioemocional’ brindó a los maestros y agentes educativos mayores y mejores herramientas para gestionar sus emociones, además de capacitarlos para tomar decisiones sanamente y así incrementar su incidencia positiva en el proceso de aprendizaje de sus estudiantes.
Cristina Gutiérrez de Piñeres, directora ejecutiva de la Fundación United Way Colombia, manifiesto que reconocen la integralidad de los maestros; por ello, se ocuparon de fortalecer su práctica desde el ser, saber y hacer.
“Cuando un maestro está bien desde adentro, dará lo mejor de sí hacia afuera, eso significa que potenciará el aprendizaje de los estudiantes y creará las mejores estrategias para lograrlo. Iniciativas como esta tienen todo el sentido de cara a la situación que vive nuestro país”.
Expertos coinciden en que la educación socioemocional es uno de los pilares de la educación del futuro, dado que permite crear espacios donde la paz, el diálogo y el cuidado son claves.
Lo anterior resulta fundamental en la coyuntura que vive el país actualmente, donde la necesidad de generar diálogos que sumen a la convivencia y la construcción de tejido social es una necesidad imperante.
De igual manera, conectar a los maestros con la educación del futuro es una oportunidad para que los niños, niñas y jóvenes desarrollen las competencias que necesitarán para materializar su proyecto de vida y tener una mejor calidad de vida, teniendo en cuenta que el cierre de centros escolares (especialmente en tiempos de pandemia) tiene implicaciones económicas y emocionales.
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