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Defienden proceso de paz de críticas uribistas
~ Las dudas, los mitos y las falsas ideas que se han tejido alrededor de los acuerdos logrados en La Habana fueron explicados por el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo Caro, durante una rueda de prensa en la Casa de Nariño.~
Jueves, 23 de Octubre de 2014
~Las Farc también deben asegurar garantías a la sociedad del cumplimiento de las obligaciones que se firman dice el gobierno. (Fotos Colprensa)Las dudas, los mitos y las falsas ideas que se han tejido alrededor de los acuerdos logrados en La Habana fueron explicados por el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo Caro, durante una rueda de prensa en la Casa de Nariño.~
Las dudas, los mitos y las falsas ideas que se han tejido alrededor de los acuerdos logrados en La Habana fueron explicados por el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo Caro, durante una rueda de prensa en la Casa de Nariño.

El jefe del equipo negociador calificó los acuerdos como los primeros pasos en la construcción de un nuevo país que permitirán el fortalecimiento de la democracia con respeto a la Constitución y a ley.

De igual forma, agradeció el documento que el Centro Democrático publicó en días pasados sobre las objeciones que ellos tienen a los acuerdos de La Habana, dijo que estas constituyen una combinación entre inquietudes legítimas y críticas que siempre serán bienvenidas y enriquecen el debate público. Sin embargo, agregó que también hay afirmaciones absolutamente equivocadas que no corresponden a la verdad de lo pactado.

El gobierno contestó una por una las inquietudes del Centro Democrático y puso a su disposición un extenso y detallado texto.

Estos son los apartes más importantes de la explicación:

Resumen

Nada de lo pactado conduce a un proceso de colectivización de la tierra. Las normas sobre expropiación y extinción del dominio están vigentes hace muchos años y nadie podrá decir que esas leyes han producido la llamada colectivización socialista del campo. A esas leyes no se les ha cambiado una coma en lo acordado en La Habana. En verdad, los ataques del Centro Democrático no son realmente contra lo pactado. Son ataques a la legislación vigente, que rige desde el siglo pasado. Ese es el verdadero sentido político de sus críticas.

Parte esencial del Acuerdo al que se llegue es la dejación de armas. No hay allí equívoco de ninguna naturaleza. No habrá paz armada. La implementación de la paz mediante el desarrollo de los Acuerdos exige el cumplimiento integral y simultáneo de todas las obligaciones contraídas, entre ellas la dejación de armas.

Lo acordado sobre drogas y cultivos ilícitos hace énfasis en la sustitución voluntaria con participación de las comunidades. Si ella no es viable, hay lugar a la erradicación forzada manual. El Estado se ha reservado el derecho a fumigar en casos excepcionales. Las Farc se comprometen como ya se dijo, por una parte a “contribuir de manera efectiva, con la mayor determinación y de diferentes formas y mediante acciones prácticas, con la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas” y por otra parte, a “poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno”.

La participación política busca ampliar los desarrollos democráticos que están vigentes pero que pueden ser perfeccionados buscando una mayor inclusión, mayor limpieza y autenticidad en los procesos electorales, apertura hacia nuevos movimientos e inclusión de zonas excluidas a consecuencia del conflicto.

Las circunscripciones transitorias de paz no son para darle cupos a las Farc. Son para las comunidades. Si las Farc desarmadas a través de un partido o movimiento desean participar en política, se les brindarán las garantías necesarias.

Las respuestas

Las 'falacias' en la reforma rural

La principal crítica del uribismo es que en el primer acuerdo alcanzado en Cuba se desconcentra la propiedad y se crean ‘”instrumentos de extinción y expropiación perversos” para entregar parcelas a campesinos.

“Es absolutamente falso que en el Acuerdo se hayan pactado instrumentos para la colectivización de la tierra. Lo que sí tenemos que decir es que a juicio del Gobierno, la desigualdad en la distribución de la tierra es elevadísima por lo que debemos buscar brindar acceso a los pobres a la tierra y erradicar la ilegalidad en la apropiación de la misma”, señaló de La Calle.

En ese sentido, explicó que sí habrá un fondo de tierras que provendrán de actividades delictivas, desestimando así la expropiación como principal mecanismo.

“Si hay que recurrir a la expropiación, incluyendo la que se hace por vía administrativa, se hará pagando la tierra al valor comercial”, agregó, reiterando que este es un mecanismo existente en la ley vigente.

Dejación de armas y zonas de reserva

Sobre las zonas de reserva campesina, Humberto de la Calle dijo que esas zonas fueron creadas desde 1994, mediante ley, y advirtió que nunca se puede afirmar que dichas zonas serán un corredor para la guerrilla.

“La dejación de armas es una elemento esencial, por lo que no serán corredores para terroristas armados”, dijo De la Calle, y agregó que en el acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de la paz estable, “las Farc aceptaron por primera vez en la historia la dejación de armas”.

En este punto recalcó que no habrá una paz armada bajo la veeduría de las Farc, y advirtió que cualquier señalamiento frente al punto de dejación de armas es una especulación, pues aunque será una de las condiciones necesarias para la paz, hará parte de un próximo punto de discusión en el que participarán comisiones con altos oficiales militares que analizarán el tema.

Participación política
 
Lo que la bancada uribista calificó como una ‘concesión inadmisible al terrorismo’, la mesa de negociación lo planteó como una participación política igualitaria para todas las minorías del país. Según Sergio Jaramillo, se busca al igual que en cualquier proceso de paz, cambiar la relación que hay entre las armas y la política.

“Frente a la participación política, lo elemental es que los grupos armados dejen las armas y tengan participación en los procesos democráticos. De lo que se trata es de cambiar armas por urnas, ese es el centro de gravedad de este proceso de paz”, insistió el jefe negociador.

Los funcionarios recordaron que para promover la integración territorial y la inclusión política de zonas especialmente afectadas por el conflicto, se crearían unas Circunscriciones transitorias para que durante un periodo aún indefinido, estas poblaciones tengan una representación especial de sus intereses en la Cámara de Representantes, ya que no tendrán curules en el Congreso de la República.

El jefe negociador explicó que “los campesinos de estas zona no son terroristas, como dice el Centro Democrático”, y explicó que el propósito de estas circunscripciones transitorias especiales “es que quienes allí habitan tengan durante un periodo breve de transición mayor representación, no es ningún regalo al terrorismo”.

También se aclaró que la razón por la cual los partidos tradicionales no pueden competir allí es porque han obtenido representaciones en otros departamentos y de lo que se trata es de evitar que los partidos se apoderen de estas circunscripciones.

Narcotráfico y drogas ilícitas
 
Aunque el uribismo asegura que las Farc no asumen sus vínculos con el narcotráfico, los negociadores citaron partes textuales del acuerdo donde la guerrilla reconoce “que el cultivo, la producción y comercialización de las drogas ilícitas también han atravesado, alimentado y financiado el conflicto”.

De la misma manera, Gobierno y Farc acordaron que “la construcción de una paz estable y duradera supone la disposición por parte de todos de contribuir con el esclarecimiento de la relación entre el conflicto y el cultivo, la producción y la comercialización de drogas ilícitas y el lavado de activos derivados de este fenómeno”.

En el tema del manejo de los cultivos ilícitos, la idea es que la sustitución de los mismos sea concertada y paulatina, buscando garantizar que los cultivos nuevos de los campesinos, no solo sean sustentables sino que les ayuden a mejorar sus condiciones de vida. Respecto al consumo, se estableció que la problemática será tratada como un tema de salud pública y no como un delito, lo que el uribismo consideró un incentivo y una puerta abierta a la legalización.

Financiación y posconflicto
 
Otra de las inquietudes del uribismo es cómo se garantizará la ejecución de los acuerdos pactados, argumentando que si hay un déficit fiscal en el presupuesto nacional, también lo habría en el proceso de construcción de paz.

Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz, explicó que los negociadores cumplen con la instrucción de que todo lo que se apruebe, por orden del presidente, debe tener una financiación garantizada.

“Colombia es hoy un país de ingreso medio que puede revisar sus prioridades y que tendrá cooperación internacional a la hora de tener acuerdos en beneficio de la región y del mundo entero”, concluyó el Alto Comisionado.

Con este propósito, el próximo primero de noviembre el jefe de Estado visitará a seis presidentes europeos, con quienes discutirá además del respaldo político, la creación de un fondo fiduciario de la Unión Europea para el posconflicto.

En los próximos días la delegación del Gobierno entregará un documento detallado donde se incluirán argumentos concretos frente a las ‘capitulaciones’ del Centro Democrático, que a su vez incrementará las objeciones luego de recibir supuestas denuncias de la ciudadanía.

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