Cenabastos se convirtió en la primera plaza de mercado biosegura de la ciudad. Luego de casi un mes de haber fortalecido los protocolos sanitarios para frenar la propagación del coronavirus, el balance que ha entregado la Alcaldía de Cúcuta ha sido positivo.

Una de las medidas que tomó la administración de Cenabastos en coordinación con las secretarías de Gobierno, Desarrollo Económico y Salud, fue la de cerrar las entradas principales de la central, con el fin, no solo de controlar el acceso peatonal, sino también vehicular.

Sin embargo, aunque está permitido el ingreso de transportadores de alimentos y taxis que estén censados por Cenabastos y la Nueva Sexta, el tránsito de busetas por la central de abastos continúa restringido. 

Una situación que tiene preocupados a los buseteros es que están trabajando a pérdida, pues muchos pasajeros prefieren pagar un taxi o utilizar el transporte pirata para no tener que hacer todo el recorrido que ahora hace la buseta. 

“A nosotros nos parece muy bien todos los controles que están haciendo, pero nos ha tocado tomar rutas por la parte de atrás de Cenabastos y ya no se recogen los mismos pasajeros que antes”, dijo Omar García, conductor de buseta. 

Aunque los choferes son conscientes de que estas medidas se han tomado para evitar que se generen focos de contagio del COVID-19, le piden a la administración municipal y a Cenabastos que reconsidere la idea de habilitar nuevamente las entradas. 

“No han salido más contagiados en la plaza, es porque todos hemos cumplido. Deberían darnos la oportunidad de volver a tomar la ruta principal de Cenabastos, porque prácticamente estamos saliendo vacíos y si seguimos así, pues tocará quitar esta ruta”, dijo otro de los conductores que prefirió no ser identificado.

De igual forma, le piden a las autoridades de tránsito  mayor control y supervisión para el transporte ilegal que, según manifiestan, ha estado operando alrededor de la central, violando los protocolos de bioseguridad y quitándoles los pocos pasajeros que pueden transportar.

Francisco Cuadros, secretario de Gobierno de Cúcuta, indicó que todas las acciones que se han tomado en Cenabastos han tenido como objetivo principal garantizar la seguridad alimentaria para toda la ciudad, así como también, evitar  nuevos brotes de contagio entre los comerciantes o clientes. 

“Cenabastos nos ha servido como ejemplo, ya que hemos implementado estas medidas en otras plazas, como en Claret, y esta, al ser un espacio abierto, es mucho más complejo. Sin embargo, podemos dar un balance positivo, reconociendo que estas acciones han evitado el contagio de muchas personas”, mencionó Cuadros. 

Aseguró que si las entradas principales estuvieran abiertas para  el paso de busetas, sería imposible controlar los aforos en la central. 

El funcionario señaló que, desde la Secretaría de Tránsito y Transporte han venido controlando el transporte pirata de una manera mucho más eficaz. 

“El reporte que tenemos es que por el contrario esta regulación ha permitido controlar muchísimo más la piratería en el sector”, añadió Cuadros. 

Taxistas afectados 

Aunque los buseteros mencionaron que los taxistas estaban afectando su trabajo, La Opinión consultó a algunos conductores de este gremio, quienes  señalaron que para ellos la situación también se ha complicado. 

“Si bien es cierto que los que estamos carnetizados podemos entrar, hay gente que no paga taxi y prefiere dar la vuelta en la buseta, como otros que prefieren irse por puestos en el pirata arriesgando su vida”, dijo  Yesid Peñaloza, taxista de la central. 

Así mismo, aseguraron que para ingresar a la central deben pagar $1.500. 

“Uno aquí hace poquitas carreras, y eso depende si las personas llevan bastante mercancía o no, porque como hay muchos mayoristas, ellos traen carro o moto y no pagan transporte”, dijo otro de los taxistas. 

Manifestaron que todo es una competencia, y que más allá del transporte pirata o el de buseta, cada uno debe luchar cada día por “atrapar” a los pasajeros y convencerlos de que paguen la carrera.